Un relámpago corta el cielo y el inevitable trueno es como una queja contundente. El cielo llora y el desván tiene goteras. Esto último no tiene nada de poético, y menos aún lo es resbalar con el agua del suelo y casi caerse de bruces. Afortunadamente, Ana María se agarra con fuerza de una esquina de la pared, aunque se desprenden unos cuantos ladrillos. Bien. Lo que faltaba. Cuando va a encajar las losas en su sitio, pensando plantearse seriamente buscar una empresa de reparaciones, ve algo en el hueco. Es una libreta, tamaño cuartilla. Sus páginas están pegadas unas a otras y en algunos fragmentos la tinta está emborronada por la humedad y el paso del tiempo.
Por la necesidad de esconderlo de miradas indiscretas, la mujer deduce que podría ser un diario. Lo más probable es que pertenezca a un antiguo propietario de la casa. ¿A alguna jovencita? Es posible, ya que se trata de una libreta de color azul celeste con adornos dorados. Ana María se ríe por dentro. Que si fulanito me ha mirado en clase, que si hoy he quedado con menganito, que si fulanito le gusta a mi mejor amiga y a mí también... Qué tiempos...
No hay luz, por tanto, no hay telenovela. Sin otra cosa que hacer, hasta que regrese su marido Óscar del trabajo, la mujer piensa que leerlo puede ser divertido; así que coloca las cubetas bajo los goterones, el candelero con la vela encendida sobre la mesilla, y se sienta en el viejo sillón, a reírse un ratito curioseando vidas ajenas.
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...FRAGMENTO ILEGIBLE...
...pero sé que es un brujo perverso. Lo he sabido siempre... Teo les tiene engañados a todos, fingiendo que es el estudiante perfecto, capitán del equipo de fútbol de la universidad, servicial, simpático, generoso, educado.... Mis padres, los profesores... Todos confían en él para cualquier cosa, pero yo sé cómo es mi hermano en realidad. Es malvad...
... FRAGMENTO ILEGIBLE...
...odía dejar de tocarme, no sabía lo que me estaba pasando. Estaba desnuda sobre la cama, las piernas flexionadas y completamente abiertas y me frotaba ahí con fuerza. Yo eso lo he hecho antes, pero tapada con la sábana y con la puerta cerrada o dentro de la bañera, en la intimidad. No así, tan expuesta, en esa posición y con la puerta de par en par.
Pero es que no sé qué me pasaba... mi cuerpo no respondía a mis órdenes. Sin quererlo me llevaba los dedos a la boca, los chupaba mojados de mis propios fluidos, me mojaba los pezones y los apretaba con los dedos. Me puse a gatas y seguí tocándome. No quería hacerlo, pero mi dedo no dejaba de moverse cada vez más rápido y fuerte. Me estaba haciendo daño, pero no podía parar. Y me estaba calentando. Mucho. Tanto que era yo la que no quería parar ahora. Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo, mi dedo se detuvo solo y mi mano se apartó. Allí estaba, toda sofocada, temblando, esperando ansiosa el alivio, pero mi cuerpo estaba completamente inmóvil. Por mucho que lo intentara, seguía a gatas y quieta. No podía mover ni el más mínimo músculo.
Entonces lo sentí. Algo cálido entre mis piernas. Cálido y húmedo. Y unas manos que me acariciaban el culo. La lengua suavemente me lamía el clítoris, muy despacio, y mi cuerpo se estremecía. Yo vibraba agitada, sin poder separarme de esa boca. El orgasmo me alcanzó y menos mal que no salió ningún sonido de mi garganta o los gemidos hubieran despertado a todo el vecindario.
Mi cuerpo tembloroso siguió en la misma posición. Intenté moverme, pero me era imposible. Noté algo duro detrás. Entre las nalgas. No podía gritar, estaba paralizada y cada vez más asustada. Sentí las manos apretando mis glúteos. Era alguien que se estaba masturbando así, con su polla entre mi culo, y le oía jadear detrás de mí, mientras pensaba aterrorizada "por favor, por favor, que termine pronto y que me deje, que no me haga daño, que no me haga nada más". Al cabo de un tiempo, no sé cuanto, interminable, pude sentir como golpeaba mi ano. Presionando un poco, siguió golpeando rítmicamente, hasta que se oyó un suspiro intenso y algo viscoso y caliente me resbaló por detrás. Oí su voz, detrás de mí. Era Teo. Oh Dios... Era mi hermano Teo y se reía como un loco.
-Puedo manejarte a mi antojo, mi querida hermanita. Tu cuerpo me obedece. Puedo hacer lo que quiera contigo. Eres mi muñeca, mi muñequita linda con la que puedo jugar siempre que me apetezca. Simplemente tengo que desearlo y ya está. Así que te vas a portar bien, vas a ser buena, y no vas a contar a nadie, a nadie en absoluto, lo que ha pasado hoy. O lo pagarás muy caro.
Entonces se giró y me...
...FRAGMENTO ILEGIBLE...
...stá muerto. Socks. Mi gatito. ¡Es horrible! ¡Oh, Dios! Pobre Socks... Desde la ventana lo ví lanzarse contra un coche, como si hubiera enloquecido. Mi hermano estaba también allí, en la calle, mirándole. Fue él. Teo. Lo hizo él. Sé que es una advertencia de lo que me puede pasar a mí si me voy de la leng...
...UN PAR DE PÁGINAS ARRANCADAS...
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¿Pero qué es esto? -piensa Ana María- Seguro que son las fantasías estúpidas de una adolescente, mitad celosa por el éxito de su hermano y mitad cegada por una pasión incestuosa hacia él.
No es que Ana María sea una experta en el tema, pero ha curioseado algo sobre psicología y sabe que el control mental es completamente imposible. La hipnosis sí, pero nadie actúa en estado hipnótico en contra de su voluntad. ¡Qué imaginación la de esta muchacha!
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...a ver el partido de fútbol por la tele. Eran cinco. Sus compañeros de equipo, sus amigotes. Yo quería irme del salón, pero no podía moverme. Sus ojos negros estaban clavados en mí. Cuando Teo pulsó el mando a distancia, en la pantalla salió una escena de una película porno donde una mujer estaba haciendo una mamada a un hombre.
-Son cosas de la nena -dijo riendo Teo a sus amigos, señalándome a mí-. Le encanta ver y hacer estas cosas. ¿Verdad, muñequita? Mirad cómo va vestida, con ese conjunto azul de faldita tan corta y esa blusa tan ajustada y sin sujetador. Seguro que tampoco lleva bragas. Es toda una guarrilla. Lo sé muy bien.
-Eh, tío, pasa del partido y deja la peli -se rió uno de ellos y me miró algo confuso-. ¿Es verdad que te gusta hacer eso? Ja, ja, ja. Teo bromea a tu costa. Pobrecilla.
Caminé hacia él, sonriendo. Mis piernas se movían solas. Mis dedos desabrocharon los botones de la blusa azul dejando mis pechos al aire. Sonreía por fuera, pero lloraba y temblaba por dentro. ¿Qué iba a obligarme a hacer mi hermano?
Me agaché, desabroché el botón del pantalón del chico que había hablado y bajé la cremallera. Sin poder hacer otra cosa que sonreír, no pude evitar coger su polla medio erecta y metérmela en la boca, ante el desconcierto del chaval y el regocijo del resto, que nos miraba asombrado. Presentía la mirada de Teo clavada en mi espalda y su sonrisa maliciosa mientras mi cabeza subía y bajaba. El estómago se me revolvía cuando esa cosa entraba y salía de mi boca, cada vez más gorda, más grande, más dur...
... y es que acababa con uno, tragaba y me iba a por el siguiente...
…las náuseas me están matando y ahora me duelen las mandíbulas y las mejillas de chupar tanto rato y de haber vomitado todo el semen que me he tragado. Ya no me queda nada en el estómago, pero sigo teniendo náuseas. No voy a dejar que me haga esto otra vez. Se lo voy a decir a mamá. No voy a dejar que me...
...OTRO FRAGMENTO EMBORRONADO...
... UNAS HOJAS ARRANCADAS....
...que no fue un accidente. Estoy segura que fue Teo quien lo hizo. No sé cómo, pero lo hizo él. Manipuló la mente de papá para que acelerara, en vez de frenar, y se salieron de la carretera. No sé cómo, pero él sabía que le iba a contar a mamá lo que estaba pasando, por eso los ha matado. ¡Es un asesino! Está loco y es peligroso. Y yo no puedo hacer nada para detenerle. Me tiene dominada. ¡No tengo voluntad! ¡Me maneja como quiere! ¿Qué puedo hacer yo? Oh, mierda, oigo sus pasos... creo que viene a mi habitación. Voy a tener que esconder el diario en otra parte, por si acaso registra todo esto a fondo. Seguro que viene a follarme. Otra vez. Oh, Dios... Es mi hermano y hace esas cosas conmigo... Es... Es repugnante... Cada vez me da más asco y más miedo...
... FRAGMENTO ESCRITO CON OTRA LETRA DISTINTA...
¿Así que es aquí donde escondes tu diario? Qué nena más mala... Como tutor tuyo que soy, y responsable de tu educación, voy a tener que castigarte muy duramente. ¿Dices que te doy asco? No, no es cierto, hermanita. En el fondo, te encanta lo que te hago. Me gusta cuando te mantengo así, quietecita, sin poder moverte, sin poder hablar... mientras yo te meto la polla hasta el fondo. Me gusta follarte así, bien duro. Me gusta tu coño, tan estrechito, no como el de mamá, que estaba más dado de sí... ¿No sabías que también me la follaba? Me la he tirado todas las veces que me ha apetecido, en su propia cama, mientras hacía que papá le diera por el culo. Era divertido.
Hace un mes averigüé que papá y mamá tenían planes para venderlo todo y desaparecer. ¿Sabes que te iban a llevar con ellos, y a mí dejarme tirado? ¿Te lo puedes creer? Menudos padres... Ahora ya no son problema. Soy el dueño de todo. Yo tengo el dinero, los bienes... y tengo el poder, nena, todo el poder.
Estoy perfeccionando mis poderes mentales. Ahora puedo meterme en tu mente, manosearla a mi antojo, obligarte a hacer lo que yo quiera... Pero no es suficiente, muñequita. Mi siguiente objetivo es que luego lo olvides todo. Quiero ser capaz de disfrazar de normalidad lo que te pase, inventando una historia que te creas tú y que pueda creer todo el mundo. Lo mejor será hacer caso a papá y mamá: venderlo todo, cambiar de identidad y trasladarnos a otra ciudad.
Serás mi joven y hermosa esposa Ana María y yo seré tu entregado marido Óscar. Siempre me ha gustado el nombre de Óscar.
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Ana María cierra el diario con manos temblorosas. Al resplandor de un relámpago en el cielo negro le sigue el estruendo del trueno. De la misma manera, la mente oscura de la mujer parece iluminarse de repente con la luz cegadora de un rayo. La luz de la verdad.
Óscar... Teo... Óscar...
Un estallido atronador dentro de ella la sacude en un temblor incontrolable. Vuelve a abrir el diario y ahora reconoce su propia letra. ¿Está leyendo "su" diario? Siente la lengua pegada al paladar y una sensación de náusea le oprime la boca del estómago.
Teo... Óscar... Teo...
La mujer sacude la cabeza, negando. Imposible… Óscar es su marido. Es un hombre afable y trabajador. Se despide todos los días de ella con un cálido beso antes de ir a la oficina. La imagen de la sonrisa tierna de Óscar, haciéndole el amor dulcemente, se emborrona como un fragmento ilegible del diario. En su lugar aparece la imagen de la sonrisa maliciosa y perversa de su hermano Teo, antes de meterle su miembro en la boca.
Todos los detalles de su vida en común con Óscar, las apacibles cenas, los paseos por la playa, los momentos íntimos... Todo va siendo arrancado de su mente como si fueran simples hojas de libreta vieja. Todo es falso. Óscar no existe. Siempre ha sido Teo.
Los rayos siguen destellando fulgurantes en su memoria, como los flashes de una cámara de fotos, que le revelan las imágenes de la realidad. Gota a gota las lagunas de su mente van colmándose de recuerdos siniestros, como el agua que rebosa de los baldes bajo las goteras del techo.
Ana María comprende ahora tantas cosas... Las continuas inflamaciones vaginales... Esos frecuentes desgarros en su ano no fueron producidos por su supuesto estreñimiento crónico. Fueron fruto de la mente desquiciada de su hermano y de sus juegos sexuales. Ahora se acuerda de las orgías depravadas en las que Teo la obligaba a participar. En una ocasión recuerda con extrema claridad que hasta el palo de una escoba le metían en el culo mientras iba de rodillas, como una perrita, chupando la polla o el coño de cualquiera que se le pusiera delante, por orden de Teo.
Vuelve a mirar el diario, y se detiene de nuevo leyendo la letra picuda de su hermano. Sádico cabrón... Le ha robado más de veinte años de su vida en los que ha sido su muñeca, un juguete para él. Su marioneta.
A pesar de que el fuego de la tormenta de la indignación hierve en su sangre, la mujer se levanta aparentemente tranquila. Respira profundamente y se empapa de una fría determinación. Teo no va a volver a dominarla. No doblegará su voluntad nunca más. No permitirá que su hermano vuelva a manejar los hilos de su vida, tejiendo después encajes de recuerdos imaginarios. Es hora de cortar los hilos.
Ana María agarra el candelero y baja la escalera del desván. Entra en la cocina y abre el primer cajón de la mesilla. Saca el cuchillo más afilado.
Es hora de cortar los hilos.
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COMISIÓN INTERINSTITUCIONAL DE JUSTICIA PENAL
Ficha médica penitenciaria
1. DATOS GENERALES:
Centro: PABELLÓN PSIQUIÁTRICO DEL CENTRO PENITENCIARIO DE XXXXXXXX
Departamento: PSIQUIATRIA
Número de expediente judicial: 874/30002001
Número de registro penitenciario: 98/233
Nombre del procesado: ANA MARIA GÓMEZ PALOMARES
Fecha de ingreso: 18-enero-2010
Sexo: MUJER
Edad: 37
Delito: HOMICIDIO EN PRIMER GRADO, CON CAUSAS EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD CRIMINAL POR ENAJENACIÓN MENTAL.
Perjudicado: ÓSCAR FUENTES YANES, CÓNYUGE.
Juzgado: TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA, SALA II DE LO PENAL
Situación jurídica: SENTENCIA EN FIRME, 20 AÑOS DE RECLUSIÓN EN INSTITUCIÓN MENTAL PENITENCIARIA.
2. SITUACIÓN CLÍNICA, INFORME PRELIMINAR
La paciente de 37 años, Ana María Gómez, presenta habla coherente sin alteraciones formales de pensamiento. Manifiesta ideación paranoide, alucinaciones, interpretaciones delirantes de la realidad, confabulación y alteración de recuerdos y nula conciencia de la enfermedad.
Tras el ingreso en la unidad, se realizan TAC craneal, EEG, hematimetría y recuento de hormonas tiroideas y bioquímica completa, no encontrándose hallazgos significativos.
El informe pericial adjunto del psiquiatra forense hace referencia a una evidente conducta desorganizada con puntuales brotes psicóticos agresivos. En la entrevista, la paciente nutre sus fantasías delirantes en base a una alteración perceptiva visual, en forma de un diario, una libreta imaginaria en la que afirma que se le revela la verdad.
Mantiene asimismo la convicción de que su difunto cónyuge, Óscar Fuentes -al que quitó la vida con varias puñaladas de arma blanca- era su hermano Teodoro Gómez, que dominaba su mente y abusaba sexualmente de ella.
Teodoro Gómez, el hermano, murió atropellado a los ocho años de edad en presencia de la paciente. Valorar trauma subyacente como posible fundamento psicológico del trastorno psicótico.
Se aprecian síntomas del Síndrome de Identificación Errónea Delirante.
Posible Síndrome de Capgrás o de Frégoli.
Diagnóstico: Esquizofrenia paranoide severa, asociada con SIED.
Tratamiento: Psicoterapia y antipsicóticos.
Haloperidol: 8 mg/día
Clonazepam: 2-6 mg./día
Flunitrazepam: 2-4 mg./noche
Zuclopentixol acuphase: eventual c/3días
Fecha de inicio de tratamiento: 20 de Enero 2010
Médico tratante: Don Alfredo Javier Barba, doctor en Psiquiatría.
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Por el largo pasillo de paredes blancas, Ana María camina despacio, pasito a pasito, con los brazos pegados al cuerpo, la mirada ausente y la vista fija en el frente. Hay otros que van y vienen. Algunos van vestidos de blanco; otros, de azul. No sabe quiénes son. Se oyen unos gritos seguidos de unas risotadas, aunque la mujer apenas repara en ello.
Tampoco sabe dónde está, no comprende nada. Le hablan, le hablan mucho, pero no les entiende… Seguro que Óscar vendrá pronto y lo aclarará todo. Le gustaría volver a casa antes de las seis, para ver la telenovela tranquilamente y tener tiempo de sobra para prepararle la cena a su marido.
Mientras tanto, espera y sigue caminando, pasito a pasito, como una muñeca, sin expresión en su rostro.
Una muñeca vestida de azul.
FIN
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